Con la cara lavada y recién peiná, he aquí cómo se muestran los Marea en “El Azogue”, séptimo disco de estudio del grupo que, en el marco de sus más de dos décadas de trayectoria, ve la luz a siete años vista de que concluyera la gira de presentación de su anterior trabajo, “En mi hambre mando yo”. Un álbum con el que, presentando por credenciales su innegociable efervescencia emocional, calentarán otra vez la escena como solo ellos saben y llevarán hasta al séptimo cielo a su ingente legión de seguidores. Y es que los de Berriozar, mostrando una vez más su innato respeto por las canciones y por el rock en general, vuelven como se fueron, en atemporal estado de ebullición tras tomarse su tiempo para rumiar. Tiempo, mucho tiempo para algunos –tal vez–, eso que dicen que es oro. Tiempo para preparar un disco ¿a conciencia? Con la conciencia tranquila y a corazón abierto –más bien–, haciendo bueno aquello de que lo bueno siempre se hace esperar.

Así pues, en suma, no ha podido ser otro que oro el resultado. Lo que se dice que es el tiempo. Puro oro con forma de canciones en este caso. De temas de muchos quilates, con Kutxi cabalgando ora al trote, ora al galope sobre el brioso lomo musical, a cuchillo con su personal pellizco y pasional faca poéticamente afilada sobre un cuerpo especialmente guitarrero, erigido sobre una base rítmica pétrea por demás. ¿El resultado, decíamos? Un disco de diez, y no solo por el número de temas que lo integran: En las encías, Un hierro sin domar, Muchas lanzas, Jindama, La noche de Viernes Santo, Ocho mares, Copla de precipicio, El temblor, Pájaros viejos y Pecadores, con “el Piñas” a la voz en esta última haciendo añicos el termómetro definitivamente. Poniendo, como no podía ser de otro modo, áureo broche final.

“El azogue”, nuevo disco del quinteto forjado por Kutxi Romero, a la voz, Kolibrí Díaz y César Ramallo, a las guitarras, Eduardo BeaumontPiñas”, al bajo, y Alén Ayerdi, a la batería, fue grabado en riguroso directo por Jesús Martín “Txutxín” durante los días 20, 21 y 22 de junio de 2018 en los Estudios Sonido R-5 de Orikain, Navarra. En diciembre del mismo año, Kolibrí Díaz registró las pistas adicionales de voces, teclados y guitarras, para posteriormente mezclarlo y masterizarlo en los meses de enero y febrero de 2019. La portada es obra de Fernando Lezaun, y tanto el diseño como las ilustraciones han sido realizados por Iosu Berriobeña, siendo las únicas colaboraciones las de Arantza Mendoza, a los coros, y Fredi Peláez, al órgano Hammond. La música de todas las canciones está compuesta por Marea, y las letras por Kutxi Romero. De la producción se encargó también Kolibrí Díaz.

“El azogue”, suma y sigue, una nueva muesca en el revólver… Se dispara nuevamente el mercurio tantos años después, está caliente el ambiente. Subirá de nuevo la temperatura de manos del duende de Kutxi, hierro sin domar de salud artística de hierro. Bueno, la temperatura y la Marea, ya lo están haciendo. Decíamos ayer… dicen que dijo Fray Luis de León tras recuperar su cátedra en la Universidad siglos atrás. Pues eso. La espera ha terminado ya. J. Óscar Beorlegui

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